Si estás pensando en comprar una masía seguro que te atraen las casas de aspecto tradicional y con mucha historia y personalidad entre sus paredes. Además, disponen, por lo general, de tierras de labranza. Algunas son tan bonitas y originales que se compran con la idea de transformarlas en hoteles rurales o en lugares para celebrar eventos como bodas.
Pero para que tu compra sea todo un acierto hay varios aspectos que tienes que tener en cuenta. Te hacemos un pequeño repaso de los más importantes.
La situación, el estado y los servicios
Uno de los primeros aspectos a tener en cuenta en la compra de una masía es su situación. Algunas son realmente bonitas y espectaculares, pero están muy aisladas y tienen malas comunicaciones. Si es así, tal vez pueda valer para una persona que busca una casa para unas vacaciones muy tranquilas, pero no será la adecuada para vivir durante todo el año.
Si los accesos no son fáciles, tampoco es un lugar ideal para montar un negocio, ya que los clientes encontrarán complicado llegar. Por eso, aunque su precio sea muy bueno, habría que descartarla como opción.
El estado en el que se encuentre tanto la vivienda como el terreno también son muy importantes. Si se busca una casa para vivir y la masía precisa restauración, siempre hay que tener en cuenta el precio de esta para poder llevar a cabo un cálculo de lo que realmente va a costar la casa.
La facilidad para acceder a los terrenos y trabajarlos también es un aspecto importante. Si los terrenos son demasiado montañosos, tal vez, sean muy dificultosos y se acaben teniendo problemas para contratar a personal que los atienda o lo harán a alto precio.
Por último, los servicios también son fundamentales. Hay que saber si dispone de agua de traída y, por tanto, no se está a merced de un pozo que pueda secarse durante el verano. O si se dispone de red de alcantarillado o incluso otros servicios igualmente importantes hoy en día como Internet. Todos estos factores pueden ser muy decisivos al elegir la masía.
Comprar una masía para convertirla en un hogar
Una de las razones para comprar una masía es convertirla en un hogar. La decisión más importante que tomar es si la quieres comprar rehabilitada o para reformar. Una masía ya rehabilitada y lista para vivir te dará la posibilidad de mudarte más rápidamente. Pero lo cierto es que una para reformar te dará la posibilidad de crear un espacio totalmente nuevo y a tu gusto, pensado por ti. Tú tomarás las decisiones.
Para saber en lo que te estás embarcando puedes solicitar un presupuesto de reforma antes de apalabrar la vivienda. La mayoría de los vendedores no ponen reparos a esto. Además del presupuesto, podrás saber en qué estado se encuentra realmente la casa y si esconde alguna sorpresa que no se ve a primera vista, pero que sí detecta un ojo experto. Un ejemplo de esto podrían ser daños en la estructura que resultan muy caros o, en algunos casos, incluso imposibles de reparar.
Comprar una masía para convertirla en un negocio
Si la idea es transformar la masía en un negocio es muy importante saber de antemano que se va a poder adaptar a ese negocio. Para eso, podemos solicitar al vendedor una fotocopia de las escrituras o el número de registro catastral para poder ir a la oficina de urbanismo del ayuntamiento y solicitar información.
De igual manera que antes, es más conveniente llamar a una empresa de reformas para que realicen un estudio del lugar y ofrezcan un presupuesto. Este presupuesto, unido al precio de venta de la masía, nos dará una idea de los gastos que vamos a tener que soportar antes de comenzar incluso a trabajar.
A esto habrá que sumar el mantenimiento de la finca y los trabajos de jardinería exteriores, así como la decoración y los muebles. Conocer todas estas cifras es fundamental para poder realizar un proyecto y un cálculo de cuánto podríamos tardar en recuperar la inversión y si pudiera ser o no rentable.
Es básico que la empresa que realiza el presupuesto y que puede llegar a realizar la obra conozca bien la normativa e integre todo lo que se va a exigir en el proyecto para que no haya sorpresas una vez comenzados los trabajos.
Todos estos aspectos tienen que ser tenidos en cuenta por quién está pensando en comprar una masía sea para vivir uno mismo o para convertirla en un negocio.