Conseguir un local para una oficina o para varias oficinas es una tarea complicada en las grandes ciudades. Es importante para el negocio estar bien situado y la situación se paga a precio de oro. Por eso, hay que tener claras las necesidades que se tienen de espacio y evitar hacerse con un local excesivamente grande, por el que vamos a pagar mucho y que nos va a costar más reformar pero que no vamos a utilizar en parte.
Pero tampoco podemos quedarnos cortos y acabar con unas oficinas que en un par de años se queden escasas y haya que pensar ya en una mudanza. Por eso, el primer paso está en calcular un local que sea suficiente, que permita un crecimiento razonable y que tenga un precio ajustado a la zona y a lo que se necesita.
Lo normal es que el local haya que reformarlo totalmente, ya que sería muy raro que se adaptara a las necesidades de la empresa. Por eso, es importante buscar un lugar que tenga pocas barreras en cuanto a tabiques y que, a ser posible, no tenga muros de contención para poder jugar con todas las posibilidades.
Parte de un espacio diáfano
Una buena idea para conseguir la mejor distribución de una oficina es partir de un espacio diáfano. Cuando se va a reformar un local es mucho más fácil hacerlo dejándolo previamente abierto y, a continuación, realizando las obras que sean necesarias.
Una vez que el local está libre de tabiques se estudia cómo se va a distribuir para realizar las obras de importancia, como el cableado y las tuberías. Normalmente, en las oficinas los cables se distribuyen a través de canaletas que deben de ir bien colocadas en el suelo para que no supongan un problema. De estas canaletas se pueden extraer las tomas que sean necesarias una vez que se sepa en dónde va a ir cada oficina o mesa de trabajo.
Con esto hecho se comienzan a distribuir las áreas de trabajo para que todo quede perfectamente ordenado y no se pierda ni un solo centímetro útil de superficie. Para planificar esto hay que tener en cuenta no solo los departamentos que van a necesitar más espacio, sino cuáles tienen que estar cerca entre sí porque trabajan mano a mano y no sería lógico que tuvieran una separación física.
Crea despachos con paredes no permanentes
Las necesidades de una empresa en lo que se refiere al espacio pueden cambiar de la noche a la mañana. Una novedad en el mercado puede obligar a crear un nuevo departamento o a hacer que alguno ya existente se reduzca drásticamente. Y esto afecta a como se reparten los metros cuadrados.
Los tabiques permanentes son un problema cuando se quiere realizar una distribución acertada del espacio y que se acomode a cualquier cambio, por eso hay que apostar por estructuras que puedan moverse y cambiarse para adaptarse a cualquier novedad.
Pero no solo se trata de crear despachos o separar departamentos. ¿No sería maravilloso poder convertir los despachos u otros espacios en una gran sala de juntas cuando esto sea preciso? Hay empresas en las que la sala de juntas se utiliza una o dos veces al mes y no resulta práctico reservar un espacio grande para este fin.
Con los tabiques móviles se pueden unir dos o tres despachos en cuestión de segundos para crear un único hueco. Solo habría que unir las mesas y se tendría una sala de juntas en condiciones para cualquier reunión.
Baños mixtos, la nueva tendencia
Los veíamos hace ya muchos años en series como Ally McBeal y con el tiempo se han vuelto más populares en muchos lugares. Aunque en España seguimos encontrándolos algo raros, seguramente en poco tiempo nos hayamos acostumbrado.
Los baños mixtos ayudan a ahorrar espacio ya que un solo cuarto de aseo es suficiente para todo el mundo. Además, en tiempos de diversidad, evitan discriminaciones y problemas. Y para los clientes es mucho más cómodo, especialmente cuando acuden con niños que, de esta manera, pueden ser acompañados indistintamente por su padre o por su madre al interior.
Dependiendo de la cantidad de gente que haya en la oficina puedes contar con un solo servicio con cierre de modo que siempre se garantice la máxima intimidad, o con una zona con varios WC cerrados y lavabos compartidos. En cualquiera de los dos casos hay que garantizar que los baños sean accesibles para cumplir con la normativa vigente.
Escoge para tus baños un lugar en el que ya haya tuberías y desagües y ahorrarás mucho dinero en la obra de instalación. Incluso pueden ser el elemento que primero se coloque si se quiere tener esto en cuenta, adaptando el resto de la distribución a cómo queden situados los aseos.