Si quieres tirarte a la piscina y poner en marcha la reforma que tanto te ha costado planificar para conseguir la casa de tus sueños, déjate asesorar por nuestros expertos y descubre todo aquello que debes tener en cuenta para quedarte tranquilo o tranquila de que todo está yendo como debe ser para no encontrarte sorpresas innecesarias.
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Descubre de cuánto presupuesto dispones.
Muchas personas comienzan solicitando presupuestos para una reforma integral y luego acuden a pedir el dinero para llevarlos a cabo. Pero un presupuesto para una misma obra puede variar mucho en función de cuánto se esté dispuesto a invertir. Por eso, lo más acertado es acudir al banco y hablar con la persona que se encarga de la gestión de créditos.
En una entrevista con esta persona podremos saber hasta cuánto estaría dispuesto a financiarnos el banco en función de la cuota que podemos pagar y qué se nos pediría. Así, sabríamos cuál es el techo que tenemos a la hora de contratar una reforma integral de vivienda.
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Encuentra a los profesionales adecuados.
Existen muchas empresas de reformas pero debemos de buscar aquella que cumpla con todos los requisitos que necesitamos por un lado y que cuente con buenas referencias por otro.
Las empresas que trabajan de manera integral en el proyecto son las mejor valoradas y es lo que hacemos en Construcciones Cantó. Nos encargamos de todo, desde la creación del proyecto si este es necesario hasta la gestión de los permisos, así como la coordinación de todos los profesionales para que la obra no esté nunca parada y para que, por supuesto, ningún trabajo se duplique.
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Planifica las obras que quieres llevar a cabo.
Una vez elegidos los profesionales con los que se va a llevar a cabo el trabajo se procede a la planificación minuciosa de la obra. Tal vez se cuente ya con un presupuesto previo, pero es el momento de repasarlo y ver si hay algo que se quiera cambiar, ya sea a mayores o ya sea para ahorrar dinero.
Es también el momento de quitar algún trabajo si vemos que nos hemos pasado mucho del presupuesto o de modificar materiales. Esta parte puede resultar un poco frustrante y por eso recomendamos que se tenga muy en cuenta el paso cuatro.
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Déjate aconsejar sobre los mejores materiales.
Sea cual sea el momento en el que se realice el presupuesto definitivo es bueno dejarse aconsejar por los profesionales, especialmente en lo que se refiere a los materiales. Ellos tienen experiencia trabajando con todo tipo de cosas y es mucho más fácil que sepan qué resultados dan unos y otros.
También pueden aconsejarte, en caso de que te hayas pasado de presupuesto, sobre dónde es más inteligente establecer recortes. Tal vez creas que no vas a poder hacer todo lo que querías hacer pero puedas si en lugar de hacer las cosas de una forma determinada que pensabas que era la mejor, lo haces de un modo alternativo que puede aprovechar mejor tu dinero. El haber trabajado en diferentes y numerosos proyectos hace que sea más fácil ver alternativas que incluso pueden mejorar mucho la idea inicial con menos dinero.
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Exige un presupuesto cerrado.
Una vez que todo está acordado, el presupuesto debe de ser cerrado. Una empresa fiable y seria tiene que saber prever los posibles problemas que puedan aparecer en una obra y no es de recibo que estos repercutan en el cliente obligándoles a pagar más dinero. En caso de que sea el cliente quién quiere hacer un cambio, entonces sí puede ser necesario modificar los precios, pero ya será una decisión de quién paga.
Cualquier cambio en el precio que eleve el presupuesto y que sea culpa de una mala previsión de la empresa no tendrá que ser asumido por el cliente.
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Decide las fechas para llevar a cabo la reforma.
Pacta con la empresa de reformas las fechas en las que el trabajo se llevará a cabo. Estas fechas pueden ir recogidas en el contrato para mayor seguridad del cliente.
Una empresa seria tiene que ser capaz de dar fechas de inicio y fin que se ajusten totalmente a la realidad ya que el cliente, en una reforma integral, tendrá que abandonar su casa y no se puede jugar con algo tan importante. Incluso si no se vive en el piso, el tiempo que este no se tenga a la venta o en alquiler es dinero que el cliente estará perdiendo y por eso hay que ser muy respetuosos al fijar estas fechas.
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Comprueba que todo está tal y como se acordó.
Por último, una vez que todo está hecho y antes de que se te entregue la llave de tu piso puedes comprobar minuciosamente que todo está tal y como habías pedido.
En cualquier caso, tu factura es la garantía de que si algo no está tal y como se acordó en el contrato o si surge algún problema achacable a la empresa de reformas durante los dos años siguientes, esta se hará cargo de todo tal y como marca la ley.