Si te encuentras en plena reforma, llegará el momento en el que debas decidir cómo deseas que sea el espacio de tu cocina y, hoy en día, las cocinas de concepto abierto vuelven a estar de moda.
Si no terminas de decidirte y necesitas conocer lo mejor de ambas opciones hemos reunido en este post argumentos objetivos para que la decisión final sea la más óptima posible basándonos en los beneficios y contras de las cocinas abiertas.
A favor de las cocinas abiertas
Quienes aman las cocinas abiertas tienen varios argumentos para defenderlas, sobre todo relacionados con la estética de la casa.
- Los espacios abiertos dan sensación de amplitud. En las casas pequeñas las divisiones pueden dar lugar a espacios individuales demasiado pequeños. Una cocina pequeña y un salón comedor pequeño, al unirse, crean una estancia más grande y que da más juego.
- Es una buena manera de estar juntos en la misma estancia pero haciendo cosas diferentes. Muchos padres prefieren los espacios abiertos para tener a los niños entretenidos en el salón mientras ellos cocinan. Por otro lado, hay gente muy sociable a la que le gusta invitar a los amigos y cocinar mientras toman unas copas de vino con los invitados.
- Los espacios abiertos hacen que la luz tenga más protagonismo. Algunas cocinas no tienen ventanas porque cuentan con un lavadero que es el que da a la fachada exterior. Aunque la separación sea de cristal, lo cierto es que son muy oscuras y al abrirse a la sala ganan en luz.
En contra de las cocinas abiertas
Hay quienes prefieren una cocina totalmente cerrada y separada de otros ambientes. Las razones que dan para esto también tienen su lógica:
- La cocina es un espacio de trabajo que muchas veces no está tan ordenado como querríamos. Si estamos cocinando algo es lógico que tengamos cosas sobre la encimera de trabajo y que todo pueda estar un poco revuelto. Si en ese momento llega alguien o llega justo al terminar de cocinar verá este espacio revuelto y llamará negativamente la atención.
- Los olores. Otro de los puntos negativos de las cocinas abiertas son los olores, ya que al cocinar siempre va a haber muchos olores en el ambiente, especialmente cuando se cocinan fritos. Una buena campana extractora ayuda, pero no hace milagros y es ineficaz si se está cocinando al horno. Estos olores pueden acabar impregnándose en las telas de las cortinas, de los sofás o en los tapizados de las sillas.
- Las molestias mutuas. Un solo espacio impide poder realizar actividades por separado sin molestarse o influirse mutuamente. Si una persona está cocinando hará ruido que puede molestar a quién trata de escuchar un programa de televisión. En la cocinas independientes, cuando hay una mesa de gran tamaño también se llevan a cabo actividades como los deberes de los niños o tomar un café con alguien, sin molestar a quienes están en la sala leyendo o viendo un programa.
Si has llegado hasta aquí, esperamos tengáis más claro qué decisión tomar. Lo mejor es tener en cuenta el tipo de rutina diaria que tenéis y enfocar vuestra casa en torno a ella para que se adapte a vosotros y no vosotros a ella.