Uno de los trabajos que suelen encargarnos a constructoras en Alicante consiste en reformar un piso de forma integral de modo que cambie totalmente la distribución interior del mismo. En estos casos, hay que respetar todas aquellas paredes que puedan ser muros de carga así como los pilares que pueda haber en la vivienda.
Pero la mayoría de las paredes interiores pueden tirarse y puede realizarse una completa redistribución interior de la vivienda. Pero, ¿qué ocurre cuando se quieren cambiar la cocina y el cuarto de baño de lugar? Estas zonas son sin duda diferentes al resto y tienen características propias que pueden hacer que los cambios sean algo más complicados.
Aspectos a tener en cuenta al cambiar de lugar el baño y la cocina
La instalación del agua puede llevarse por tuberías a cualquier habitación de la casa. Tener un grifo en cada habitación no es algo difícil, aunque puede ser caro e inútil. Pero lo complicado es contar con un buen desagüe. En la cocina y el baño hay que contar con bajante para las aguas y en la cocina, además, con una salida de humos.
Adaptar habitaciones para contar con estos servicios puede suponer alterar la estructura de los elementos comunes, como son las bajantes del agua o realizar agujeros en la fachada para instalar una salida de humos.
¿Qué sucede si decidimos colocar la cocina donde antes había un dormitorio o una sala? ¿Podrían los vecinos impedir que se lleve a cabo este tipo de obra debido a los cambios en las estructuras o a los ruidos que se generarían en zonas de descanso de la casa?
Los permisos son necesarios
Para llevar a cabo cualquier obra hacen falta dos requisitos previos: un permiso de obras del ayuntamiento y comunicar el inicio de esta a la Comunidad de Propietarios si la obra afecta a las estructuras del inmueble y a los elementos comunes. Es aconsejable avisarlo en cualquier caso. La Ley de Propiedad Horizontal respalda el derecho a hacer una obra de cualquier vecino, incluso si esta obra genera molestias inevitables, como los ruidos.
Sin embargo, los derechos de una persona acaban en dónde comienzan los del resto, en este caso, los del resto de propietarios. Realizar cambios en la estructura o en los elementos comunes de la casa podría suponer una denuncia por parte de los vecinos y la obligación de volver todo a su estado original. Por eso, antes de comenzar una obra de este tipo hay que contar con una autorización de la Comunidad de Propietarios.