Existen muchas empresas constructoras, esto puede hacer que elegir a la más adecuada cuando se quiere llevar a cabo un proyecto parezca bastante complicado. Si se aplican cuatro sencillos criterios para seleccionar nos daremos cuenta de que quedan muy pocas que realmente se puedan tener en cuenta.
1) Legalidad: Por supuesto, el requisito más importante. No hay que dar nada por sentado ya que la crisis económica ha hecho que muchas personas que se dedicaban al negocio de la construcción quedarán en el paro. En esta situación, algunos han optado por trabajar por su cuenta bajando los precios, pero sin contar con el alta en la Seguridad Social ni estar al tanto del pago de impuestos.
Esto hace que no puedan ofrecer factura y el cliente tiene que tener en cuenta que la factura es la única garantía que posee de la obra realizada. Sin factura no existen reclamaciones posibles ante cualquier problema que pueda surgir.
2) Experiencia demostrable: Ponerse en manos de empresas sin experiencia supone asumir muchos riesgos. Por eso hay que exigir que la gente que acude a realizar un trabajo sepa qué es lo que tiene entre manos y que además lo pueda demostrar. Para esto deben de poder presentar trabajos previos ya realizados para que el cliente pueda comprobar su profesionalidad.
En Grupo Cantó llevamos desde 1940 dedicándonos al mundo de la construcción. Tres generaciones realizando todo tipo de trabajos en Alcoy y alrededores nos avalan como una de las empresas con mayor experiencia y profesionalidad.
3) Ofrecer servicios integrales: Para el cliente es importante que la empresa de construcción ofrece servicios integrales. Esto es, la misma empresa se encarga de todo lo necesario para realizar los trabajos, desde el proyecto de la obra o los planos en caso de nuevas construcciones hasta el último retoque.
De este modo, el cliente recibirá su proyecto totalmente finalizado y no tendrá que contratar a ningún otro profesional. Grupo Cantó responderá por todo el trabajo desde el inicio hasta el fin.
4) Garantías en los plazos de entrega: Los retrasos en las fechas de entrega es uno de los puntos débiles de la mayoría de las constructoras. Un retraso puede suponer problemas serios para el cliente. Si hablamos de la construcción de naves industriales incluso de pérdidas económicas muy serias.
Pero también para una familia que tenga que pagar un alquiler mientras se realiza la reforma integral de su hogar o se construye su propia vivienda. Por eso es necesario exigir garantías y máxima seriedad en los plazos de entrega de los trabajos.